Anteriormente, realizamos
una entrada acerca del ejercicio anaeróbico, cuya principal característica era
que no se utiliza el oxígeno para su
ejecución. Esta es la más grande diferencia entre estos sistemas de energía que
hacen funcionar al cuerpo. El ejercicio
aeróbico utiliza oxígeno, los ejercicios se
desarrollan con una intensidad media o baja, pero de larga duración. El cuerpo
quema hidratos y grasas, de ahí el cuerpo obtiene energía y para lograrlo se
necesita de oxígeno. Cualquier actividad donde intervenga el consumo de oxigeno
es considerada aeróbica, incluso dormir.
¿Para
qué sirve?

Este sistema es lento, se requiere disciplina, dedicación, y paciencia para empezar a notar que el ejercicio de verdad funciona en ti; sin embargo, es más fácil mantenerlo, es decir: hacer pesas o gymnasio (sistema anaeróbico), en el momento que dejas de hacer musculación; esta se pierde, incluso el músculo deja de verse tonificado y puede volver la grasa perdida, mientras que correr (sistema aeróbico), en primera instancia lo único que has perdido es resistencia física, es importante tener en cuenta estos aspectos. Sobre todo ahora que estamos en época de cumplir metas por año nuevo, y las decepciones deportivas están a la orden del día.
Tomar en cuenta que el
ejercicio debe hacerse con cierta intensidad, para saber esto, observa los latidos
de tu corazón, ya que comenzarán a aumentar incluso los sentirás al tacto, esto
sucede cuando está ingresando más aire los pulmones con el fin de que el oxígeno
sea distribuido a nivel celular.
Algunos expertos proponen un fórmula sencilla para conocer tu frecuencia cardíaca máxima (FCmáx) y así evitar un riesgo para salud, primero se debe considerar que una persona sana debe tener 220 pulsaciones por minuto durante el ejercicio. Dicha fórmula se realiza de la siguiente manera: 220 menos la edad (en años) del practicante, por ejemplo: 220- 35 años =185 FCmáx, tu frecuencia cardíaca no debe pasar esta cantidad.
Ahora bien, esta solo es una teoría, sin embargo, es importante considerarla al momento de realizar ejercicio, ya que te sientes muy agitado, debes parar un poco y tomar las pulsaciones que tienes en un minuto, aplicar la sencilla fórmula, y si tu frecuencia esta elevada debes detenerte, o caminar ligeramente hasta que baje la frecuencia.
Tipos de
ejercicios

Los ejercicios aeróbicos recomendables para bajar de
peso son: correr, bicicleta, natación, entre otros. Recuerda hacerlo por más de
30 minutos, si decides practicar un deporte como fútbol, balonmano o baloncesto
este debe ser cerca de 1 hora para conseguir cambios y al menos tres veces por
semana.
Bibliografía
López
Chicharro J, Fernández Vaquero A, editores. Fisiología del Ejercicio. 3ª ed.
Madrid:
Ed.
Panamericana; 2006.
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