Por fin ha llegado el calor, comenzamos a sacar la ropa de verano y los
bañadores de nuestros armarios y, junto a ella, la idea de que debemos
adelgazar, pesemos lo que pesemos, todos queremos lucir los “tipazos” que vemos
en las revistas que, en muchos casos, o quizás en la mayoría, están retocados. Para
que este propósito no pase factura a nuestra salud debemos huir de mitos,
dietas mágicas y productos milagro, así conseguiremos evitar el
fracaso.
¿Todavía estoy a
tiempo para la “operación bikini”?
Siempre es buen momento para mejorar nuestro estilo de vida comiendo de
forma saludable y realizando actividad física, por tanto, hoy puede ser un día
estupendo para mejorar nuestros hábitos. Pero, si deseas realizar una dieta de
adelgazamiento, antes de lanzarte a realizarla, busca consejo de un
especialista y asegúrate que realmente debes perder peso, de que no estás
buscando un ideal estético alejado de un ideal saludable.
¿Cuánto peso puedo
perder?
Por tanto, lo primero que debes saber, antes de comenzar una dieta de
adelgazamiento, es si realmente necesitas perder peso y en caso afirmativo, ¿cuánto
peso puedes perder saludablemente?. De forma orientativa, se puede valorar el
peso correcto de una persona usando el Índice
de Masa Corporal (IMC), que relaciona el peso y la talla de un
individuo, en población adulta, los límites adecuados de IMC, es decir, los
asociados a una mayor esperanza de vida son los comprendidos entre 19-25 kg/m2.
Aunque el peso sea muy alto no se deben perder muchos kilos juntos, por
ejemplo, sería correcto tratar de reducir entre un 5 y un 10 % del peso en no menos de
6 meses. Así, en una persona que pese 120 kg, la pérdida de peso en 6 meses no
debe ser superior a 6‐12 kg.
Pautas para perder
peso sin perder salud:
Si realmente necesitas perder “algunos kilos” te dejamos algunas ideas:
1.
Consumir una dieta saludable e hipocalórica, es decir, que aporte menos calorías de las que
nuestro organismo necesita, pero
cubra tus ingestas recomendadas de energía y nutrientes, es decir, que en menor
cantidad de energía estén todos los nutrientes. Para conseguir este objetivo
elige alimentos que contengan una alta densidad de nutrientes como la frutas, las verduras, cereales de granos
enteros, ….
Una dieta
hipocalórica no contendrá la misma energía para todos los individuos, ya que
como mínimo la dieta debe aportar 22 kcal por cada kg de peso al día. Por
tanto, si pesas 90 kg no debes consumir una dieta con menos de unas 2000 kcal/día.
Por todo ello, para que la dieta hipocalórica sea diseñada de forma
correcta debe hacerlo un especialista, que previamente valore tus hábitos
alimentarios actuales y debe hacerlo de forma individualizada, no es correcto usar la misma dieta en distintas
personas, no te fíes de una dieta que sacan de un cajón.
2. Realiza actividad física:
es un buen aliado para prevenir la ganancia de peso y para mantener una buena
salud (movilidad, agilidad, función cardiaca, estado de ánimo…).
Además, ayuda a mantener la masa
muscular que siempre se pierde durante la realización de regímenes
hipocalóricos.
2.
Aprovecha para adquirir definitivamente
hábitos saludables alimentarios
y de actividad física, así garantizaras el mantenimiento del peso conseguido y
al finalizar la dieta hipocalórica no habrá de nuevo un incremento de peso. Porque,
aunque puede ser relativamente fácil perder peso, lo difícil es mantenerse.
3.
Para ello, busca cambios en tu dieta y actividades físicas que te resulten agradables
y que se puedas hacer a diario, evitando objetivos que en pocos días serán
difíciles de cumplir.
¿Qué peligros
pueden suponer las dietas milagro?
Este tipo de dietas consiguen la pérdida de peso porque con ellas se
consumen menos calorías de las necesarias, pero se olvidan de la adecuada
ingesta de nutrientes y no logran establecer unos hábitos alimentarios
correctos, además pueden producir alteraciones de salud como hipoglucemia,
arritmias cardiacas, problemas gastrointestinales, trastornos metabólicos
(cetosis, etc.), malestar general, mareos, caída del pelo o contracturas
musculares entre otras.
Por eso, es de vital importancia una adecuada educación
nutricional que nos ayude a mantener un peso saludable durante
toda la vida, no realizar dietas exprés con las que perdamos peso rápido, pero
dañemos seriamente nuestra salud.
Y recuerda, que como ya hemos comentado en otras entradas:
La pérdida
de peso no tiene que ser rápida, sino poco a poco, la constancia es la mejor
herramienta.
También
te puede interesar:
Bibliografía
1.
Carbajal,
A. “Dietas de adelgazamiento”. Manual de Nutrición y Dietética. Departamento de
Nutrición. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid. Disponible
en: https://www.ucm.es/nutricioncarbajal/ 1
2.
Sociedad
Española para el estudio de la obesidad (SEEDO). IMC. Disponible en: http://www.seedo.es/index.php/pacientes/calculo-imc
3.
Moreiras O, Núñez C, del Pozo S,
Cuadrado C, Ávila JM, Ruiz E, Varela G. “Dietas y productos mágicos”. Ed: Instituto
de Nutrición y Trastornos Alimentarios de la Comunidad de Madrid. INUTCAM. 2009
No es lo que estaba buscando ahora mismo, pero el post me ha llamado bastante la atención ya que te cuenta cosas interesantes que pueden ser útiles, encima se nota que le has puesto mucho esfuerzo ¡felicidades!
ResponderEliminarLa verdad es que la información es buena y amena, su fácil comprensión me ha atrapado desde el primer momento y ha conseguido que me informe de lo que quería saber. Se nota que estás encantado con lo que haces. =)
ResponderEliminarMe parece un artículo súper interesante, además de estar super bien redactado y
ResponderEliminarquedarme todo super claro.
Gracias
Que buen blog tenéis, me encanta leer todos vuestros artículos es de los mejores blog. Además son super útiles y claros.
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