Hasta hace
algo más de dos años, es decir, cuando nació mi niño, escribir sobre la
lactancia materna era muy fácil, sólo debía resaltar su importancia, pero ahora después de 27 meses de lactancia, sé que no es tan fácil
conseguir instaurar una lactancia exitosa y que esta no es sólo nutrición. Estoy
segura que todas las madres que habéis tenido la suerte de conseguir dar el
pecho a vuestros hijos lo sabéis, y también las que lo habéis intentado y no lo
habéis conseguido, porque como decía es más difícil de lo que nos explican, pero mucho más bonito y satisfactorio.
Recomendaciones
Sin lugar a
dudas, la lactancia materna es la mejor
alternativa para suministrar al recién nacido la energía y los nutrientes
que necesita para un crecimiento y desarrollo saludables. Se recomienda que sea
exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y que se prolongue hasta que la
madre y el niño lo deseen, superando al menos los dos años (http://www.who.int/topics/breastfeeding/es/).
La lactancia materna, al igual que la artificial, debe ser “a demanda”, algo que suena muy bien pero es muy
complicado, porque eso incluye mientras mama está comiendo, duchándose…
Efectos beneficiosos
Está muy demostrado que tiene efectos beneficiosos no sólo en el recién nacido sino también en la madre, os resumo algunos de ellos:- . Alimento diseñado para el recién nacido, su energía y nutrientes se hallan en las proporciones adecuadas para su crecimiento, aporta ventajas inmunológicas, psicológicas, favorece un adecuado desarrollo mandibular y dental y reduce la prevalencia de sobrepeso-obesidad.
- Estable lazos afectivos entre la madre y el recién nacido, aunque esto no implica que estos lazos no se puedan establecer si la lactancia es artificial.
- Coste cero, aséptica y siempre tiene la temperatura adecuada, pasa directamente del pezón a la boca del bebé, por tanto, está exenta de manipulaciones y libre de posibilidad de contaminación por los gérmenes ambientales y contribuye a la prevención de infecciones.
- Ayuda a disminuir las hemorragias tras el parto y a que el útero vuelva a su forma y tamaño originales más rápidamente.
- Contribuye a la recuperación del peso de la madre tras el parto, ya que la grasa almacenada en el cuerpo durante la gestación se convierte en energía para producir leche.
Composición
El volumen y la composición de la
leche materna varían en función de la etapa de la lactancia e incluso dentro de
una misma tetada, por eso decimos que es un alimento diseñado específicamente para
nuestro bebe y para cada momento de su desarrollo. Los primeros 1-4 días tras el
nacimiento, se secreta el calostro, posteriormente aparece la leche de
transición y a partir de la tercera semana comienza a secretarse leche madura.
Dentro del mismo día, la leche materna tiene una concentración de nutrientes
distinta por la mañana y por la tarde y dentro de la misma tetada, la primera
parte es más rica en hidratos de carbono y la última en grasa, ¡maravillas del
cuerpo humano!.
Dieta durante la lactancia
Durante la lactancia es importante que la
madre lleve una dieta adecuada, contrariamente a lo que se piensa, debe ser más
abundante que la dieta durante la gestación, ya que, la lactancia es
más exigente energéticamente hablando, mientras que durante la segunda mitad de
la gestación el consumo energético debe
ampliarse en 250 kcal, durante la lactancia este incremento debe ser de 500 kcal. Este periodo también implica
requerimientos superiores de algunos nutrientes como proteínas, calcio, yodo, zinc, selenio,
tiamina o vitamina B1, riboflavina o vitamina B2,
equivalentes de niacina, vitaminas B6, C, A y E. Sólo el ácido fólico presenta requerimientos superiores durante la
gestación que durante la lactancia.
Durante la lactancia se deben realizar entre 4 y 6 comidas al día, que incluyan alimentos con un alto contendido en nutrientes como:
Durante la lactancia se deben realizar entre 4 y 6 comidas al día, que incluyan alimentos con un alto contendido en nutrientes como:
- Leche y derivados.
- Cereales y derivados.
- Legumbres.
- Verduras y hortalizas (incluyendo patatas). En ocasiones, es necesario limitar algunas (coles, repollo, ajos, rábanos, ...) porque pueden producir que el recién nacido rechace la leche por la modificación de su sabor, pero no todos los niños lo rechazan.
- Frutas.
- Huevos.
- Aceite de oliva.
- Hidratarse adecuadamente (2,5-3,5 l agua/día), desaconsejándose el consumo de bebidas alcohólicas y/o estimulantes.
Pero lo más importante es que la madre disponga de mucho apoyo y de profesionales correctamente formados para afrontar este periodo.
Espero que este pequeño texto os
ayude a afrontar vuestra lactancia.
Bibliografía
- Sáenz de Pipaón, M. Lactancia Materna. En: Libro blanco de la nutrición infantil en España. Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil de la Universidad de Zaragoza. 2015.
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Muy interesante, gracias por la aportacion
ResponderEliminarNos alegramos de que te guste, esperamos que el resto de los temas que publiquemos sean de tu interés.
EliminarOtra que también lleva casi los 27 meses! Como bien dices,no es fácil pero estoy muy orgullosa de mi elección ��
ResponderEliminarPara mi fue difícil el inicio, pero de las mejores cosas que he hecho.
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