Seguramente
al leer el título de esta entrada habéis pensado que a las “blogueras” de Alimentación
Activa nos ha dado fuerte con los mitos, y tenéis toda la razón, pero es que
una de las razones que tuvimos para realizar este blog era acabar con los
mensajes incorrectos que llegan a la población sobre nutrición, alimentación y
actividad física.
Para
los que os habéis perdido las entradas anteriores os dejo los enlaces:
Bueno
pues a continuar desterrando mitos:
Mito 6.- Se deben eliminar las grasas
de la dieta
Tradicionalmente,
se ha relacionado un estilo de vida saludable, con la eliminación de toda la
grasa de la dieta. Esto es un error, ya que, son indispensables, tanto las
saturadas como las insaturadas, en la dieta del ser humano y sin ellas no se
puede vivir.
Os
indico alguna de sus funciones para
que vosotros mismos valoréis su importancia:
ü Proporcionan energía a nuestro
organismo
ü Contienen ácidos grasos esenciales,
es decir, que el ser humano no puede sintetizar
ü Vehiculizan vitaminas liposolubles, (A,
D, E y K)
ü Dan sabor a los alimentos….y otras
muchas que os contare cuando escriba alguna entrada sobre grasas.
Sí
es importante controlar la cantidad y calidad consumida, por ello, cuando compréis
productos procesados elegir los que tengan una grasa de mejor calidad, por
ejemplo, consultar el contenido de ácidos grasos trans y comprar el alimento
con menor contenido.
Mito 7.- Los alimentos sólo nos
aportan energía y nutrientes
Todos
sabemos que los alimentos son los que nos aportan los nutrientes y la energía que
necesitamos para vivir, pero no incluyen sólo esta fracción nutritiva, también
contienen otras sustancias no nutritivas que pueden ser muy positivas para
nuestra salud.
Estas
sustancias se encuentran en gran cantidad en los alimentos de origen vegetal y
pueden ser factores de protección frente al “estrés oxidativo” ya que algunas actúan
como son antioxidantes, os pongo algunos de los nombres de estas sustancias tan
positivas como puede ser el licopeno
de los tomates o la luteína de los
vegetales de hoja verde.
Por
otro lado, no debemos olvidar que en los alimentos también hay sustancias, no
tan deseables, como los aditivos o los contaminantes.
Mito 8.-Las vitaminas del zumo de
naranja tienen más velocidad que la luz
Siempre
que hago un zumo de naranja y lo dejo reposar en la mesa, espero ver a la
vitamina C huyendo como si le persiguiera una banda de forajidos, pero por el
momento no he visto nada. Probablemente, porque no es un proceso tan rápido
como nos han dicho desde pequeños. Es una vitamina hidrosoluble, que interviene
en importantes reacciones en el organismo y si bien es muy sensible a la luz y a la temperatura no es necesario poner la boca
debajo del exprimidor para tomar el zumo. Podemos dejar de pelear con la pareja
o los peques porque no se lo tomen tan rápido como deseamos.
Como
recomendación, ya que es sensible a la luz y el calor, mejor utilizar vasos
opacos y conservar, si fuera necesario, en frío.
Mito 9.-Beber agua comiendo engorda
El
agua no engorda, ni durante la comida ni
fuera de ella, ya que no contiene energía, además es un nutriente esencial,
gran parte de nuestro cuerpo es agua, y es necesario beber para compensar las pérdidas
de nuestro organismo. Podemos vivir bastante tiempo sin comer pero no sin
beber.
Mito 10.- Las vitaminas y los minerales
engordan
Durante años estuve detrás del mostrador de una
farmacia, y es el lugar donde he escuchado más mitos. El que os indico ahora me
lo repetían el 90% de los pacientes a los que el médico recomendaba tomar un
complejo vitamínico, “pero si lo tomo voy a engordar”. No, las vitaminas y los minerales no engordan y son nutrientes
necesarios para nuestro organismo.
Bueno
os dejo descansar un rato de mitos, recordar que si conocéis alguno podéis
enviarlo a nuestro correo, o compartirlo por twitter (@alimentaactiva) o en
nuestra página de facebook (https://www.facebook.com/Alimentación-Activa-1720699414871918/?ref=bookmarks)
estaremos encantadas de daros nuestra opinión sobre el tema.
Bibliografía
1.- Moreiras O, Carbajal
A, Cabrera L, Cuadrado C. Tablas de composición de alimentos. Guía de
prácticas. Pirámide. 17ª edición. 2015.
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